
No es necesario dar mayores explicaciones ni justificaciones de la palpable sensación de que el antiguo orden y cultura política está llegando (si no lo ha hecho ya) a su fin. La falta de credibilidad y el desgaste social y personal en la clase política hace cada día más necesario que emerja una nueva generación de políticos y políticas que sepan dar respuesta y acompañamiento a las nuevas necesidades sociales, culturales y por supuesto políticas de las nuevas sociedades.
La situación actual dificulta sin duda alguna la visualización positiva de la clase política y su quehacer, sin embargo es en este momento de falta de credibilidad absoluta donde resulta vital para la profesión la forma de decir las cosas, la elección del momento adecuado para hacer o tomar las decisiones más acertadas.
Y es aquí donde el Coaching político se está posicionando como una alternativa a la par de una profesión emergente. El Coaching ha revolucionado ya la realidad empresarial y la todos sus ejecutivos/as y directivos/as, y la nueva revolución del Coaching se presenta en forma de oportunidad al mundo de los políticos y las políticas para desarrollar su liderazgo.
El Coach Político ayuda al político y la política a clarificar las diferencias entre las intenciones y las acciones mediante el desarrollo de su toma de conciencia, desafiando las razones inconscientes que generan en ellos y ellas los conflictos y desajustes entre sus valores y sus comportamientos. Es imprescindible que el político y la política aprendan e interioricen el aprovechar su humanidad para la renovación de la esencia de su profesión de servicio público.
La mayor novedad en este nuevo tipo de servicio, acompañamiento o entrenamiento se refleja en que los coaches políticos no valoran, no cometan y no cuestionan las opiniones o idearios políticos, no adoptan en ningún momento posiciones partidarias ni partidistas; se trata justo de todo lo contrario. El coach no cuenta con ningún interés específico más allá de su propia labor profesional, y eso garantiza una relación entre coach y político de reflexión y escucha activa.
La situación actual dificulta sin duda alguna la visualización positiva de la clase política y su quehacer, sin embargo es en este momento de falta de credibilidad absoluta donde resulta vital para la profesión la forma de decir las cosas, la elección del momento adecuado para hacer o tomar las decisiones más acertadas.
Y es aquí donde el Coaching político se está posicionando como una alternativa a la par de una profesión emergente. El Coaching ha revolucionado ya la realidad empresarial y la todos sus ejecutivos/as y directivos/as, y la nueva revolución del Coaching se presenta en forma de oportunidad al mundo de los políticos y las políticas para desarrollar su liderazgo.
El Coach Político ayuda al político y la política a clarificar las diferencias entre las intenciones y las acciones mediante el desarrollo de su toma de conciencia, desafiando las razones inconscientes que generan en ellos y ellas los conflictos y desajustes entre sus valores y sus comportamientos. Es imprescindible que el político y la política aprendan e interioricen el aprovechar su humanidad para la renovación de la esencia de su profesión de servicio público.
La mayor novedad en este nuevo tipo de servicio, acompañamiento o entrenamiento se refleja en que los coaches políticos no valoran, no cometan y no cuestionan las opiniones o idearios políticos, no adoptan en ningún momento posiciones partidarias ni partidistas; se trata justo de todo lo contrario. El coach no cuenta con ningún interés específico más allá de su propia labor profesional, y eso garantiza una relación entre coach y político de reflexión y escucha activa.